Si se le preguntara cual es la creencia principal de los mexicanos hoy, ¿Qué respuesta daría; el catolicismo, protestantismo, la “New Age”, la santería? Probablemente ninguna de estas opciones es la correcta. La verdadera “religión” o filosofía que impera en la mente mexicana el día de hoy es el relativismo. Esta es la filosofía que no acepta ninguna verdad como completa, es la que equipara a todas las religiones como “iguales”, es la que no acepta distinciones morales entre el bien y el mal. El relativismo se acompaña del pragmatismo moral, el cual solo tiene como guía la conveniencia y la satisfacción personal. Es esa mentalidad famosa en nuestra sociedad de “a mi que me pongan donde haya”, es la que constantemente dice “a mi me vale m…..”. Es esa mentalidad en donde robar poquito es aceptable, en donde hacer trampa es algo gracioso, en donde todo queda aceptado bajo el pragmatismo más vulgar. Lo peor de todo es que el relativismo pragmatista ha cundido en nuestra sociedad. Es predominante en todas las clases sociales, sin importar el nivel educativo, económico y social.
Esta filosofía tiene consecuencias. No se trata solamente de una “idiosincrasia” o de “pecadillos”. La desvalorización derramada sobre nuestra sociedad como un manto sucio por el relativismo pragmatista tiene resultados nefastos y horribles. El “gatillero” que mata sin miramiento (en Ciudad Juárez, ¿Cuántos asesinatos ha habido en los últimos años?), el ladrón que asalta bancos, personas y casas. El funcionario publico que acepta mordida, cobra comisiones, extorsiona y defrauda. El marido que engaña a su mujer, la mujer que abandona a sus hijos. El aborto, la drogadicción, el tráfico de narcóticos. Todo es consecuencia de una mentalidad en donde no hay valores morales permanentes. Todo es pragmatismo, ¿Quién no ha oído aquel refrán muy mexicano de “que el vivo viva del mas p….?
No existe el miedo a Dios. Los fundamentos morales que la religión cristiana imbuye en una sociedad, han sido desterrados por la educación positivista, relativista y pragmática que impera en nuestras instituciones educativas. Y es que no se puede culpar a la “falta de educación” de los males que padecemos. Tanto roba el ladrón que se enjaula en una casa y que no termino ni la primaria, como el alto funcionario que defrauda y que tiene hasta doctorados en Harvard. No es el contenido educativo el que determina la falta de valor moral, sino el contenido de la mente formada por un sistema que rechaza la moralidad cristiana y la ha sustituido por una moralidad fabricada por hombres.
Se pueden gastar millones y millones en seguridad pública, se puede gastar más millones en educación, se puede poner un policía en cada esquina, se pueden inventar e implementar todos los programas gubernamentales posibles. Nada cambiara hasta que nos demos cuenta que el problema de México no es un problema de programas, de “reformas fiscales” o “reformas energéticas”, o de “socialismo” o “capitalismo”, el verdadero problema de nuestro carácter es la desvalorización moral. Es el haber perdido el miedo y el amor a Dios y haberlo sustituido con paja, con quimeras de “lucha social” y de “positivismo”. Nuestro carácter ha sido vaciado de su contenido moral y ha sido en cambio lleno con “nada”.
¿Y quien puede cambiar esto? El cambio solamente puede venir de “abajo”. No será el gobierno, ni el PAN, ni el PRI, ni el PRD. No será ninguna filosofía política de izquierda o de derecha. El cambio esta en cada uno de nosotros. La próxima vez que lo pare un agente de transito no ofrezca mordida. No se pase la luz roja. No le “ponga los cuernos” a su esposa o esposo. No acepte la “comisión”, no esquive los impuestos. Y estas son las cosas fáciles, por que además debemos de perdonar al prójimo, renunciar a la violencia, cambiar nuestras vidas.
¿Mas con que poder humano podemos hacer tantos cambios en nosotros? No con poder humano, sino con el poder de aquel que murió en la cruz por nosotros. Por que al final de cuentas la solución a los problemas de Juárez, de México y del Mundo esta en la persona viva de JESUCRISTO. Solamente creyendo en lo absoluto, que es EL, podremos vencer la religión de lo relativo, que nos lleva a la nada.
Rudy Garcia
Esta filosofía tiene consecuencias. No se trata solamente de una “idiosincrasia” o de “pecadillos”. La desvalorización derramada sobre nuestra sociedad como un manto sucio por el relativismo pragmatista tiene resultados nefastos y horribles. El “gatillero” que mata sin miramiento (en Ciudad Juárez, ¿Cuántos asesinatos ha habido en los últimos años?), el ladrón que asalta bancos, personas y casas. El funcionario publico que acepta mordida, cobra comisiones, extorsiona y defrauda. El marido que engaña a su mujer, la mujer que abandona a sus hijos. El aborto, la drogadicción, el tráfico de narcóticos. Todo es consecuencia de una mentalidad en donde no hay valores morales permanentes. Todo es pragmatismo, ¿Quién no ha oído aquel refrán muy mexicano de “que el vivo viva del mas p….?
No existe el miedo a Dios. Los fundamentos morales que la religión cristiana imbuye en una sociedad, han sido desterrados por la educación positivista, relativista y pragmática que impera en nuestras instituciones educativas. Y es que no se puede culpar a la “falta de educación” de los males que padecemos. Tanto roba el ladrón que se enjaula en una casa y que no termino ni la primaria, como el alto funcionario que defrauda y que tiene hasta doctorados en Harvard. No es el contenido educativo el que determina la falta de valor moral, sino el contenido de la mente formada por un sistema que rechaza la moralidad cristiana y la ha sustituido por una moralidad fabricada por hombres.
Se pueden gastar millones y millones en seguridad pública, se puede gastar más millones en educación, se puede poner un policía en cada esquina, se pueden inventar e implementar todos los programas gubernamentales posibles. Nada cambiara hasta que nos demos cuenta que el problema de México no es un problema de programas, de “reformas fiscales” o “reformas energéticas”, o de “socialismo” o “capitalismo”, el verdadero problema de nuestro carácter es la desvalorización moral. Es el haber perdido el miedo y el amor a Dios y haberlo sustituido con paja, con quimeras de “lucha social” y de “positivismo”. Nuestro carácter ha sido vaciado de su contenido moral y ha sido en cambio lleno con “nada”.
¿Y quien puede cambiar esto? El cambio solamente puede venir de “abajo”. No será el gobierno, ni el PAN, ni el PRI, ni el PRD. No será ninguna filosofía política de izquierda o de derecha. El cambio esta en cada uno de nosotros. La próxima vez que lo pare un agente de transito no ofrezca mordida. No se pase la luz roja. No le “ponga los cuernos” a su esposa o esposo. No acepte la “comisión”, no esquive los impuestos. Y estas son las cosas fáciles, por que además debemos de perdonar al prójimo, renunciar a la violencia, cambiar nuestras vidas.
¿Mas con que poder humano podemos hacer tantos cambios en nosotros? No con poder humano, sino con el poder de aquel que murió en la cruz por nosotros. Por que al final de cuentas la solución a los problemas de Juárez, de México y del Mundo esta en la persona viva de JESUCRISTO. Solamente creyendo en lo absoluto, que es EL, podremos vencer la religión de lo relativo, que nos lleva a la nada.
Rudy Garcia
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